Cartas Pastorales

Contemplar el Evangelio de hoy viernes 3 de mayo de 2024

Día litúrgico: 3 de mayo: Santos Felipe y Santiago, apóstoles

Texto del Evangelio (Jn 3, 13-17):

Jesús dijo: «Nadie ha subido al cielo, sino el que descendió del cielo, el Hijo del hombre que está en el cielo. De la misma manera que Moisés levantó en alto la serpiente en el desierto, también es necesario que el Hijo del hombre sea levantado en alto, para que todos los que creen en Él tengan Vida eterna.

Porque Dios amó tanto al mundo, que entregó a su Hijo único para que todo el que cree en Él no muera, sino que tenga Vida eterna. Porque Dios no envió a su Hijo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por Él».

Palabra del Señor.

Reflexión

Hoy, celebramos la Fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz. El año 335, en tiempos de Constantino, se dedicó solemnemente una basílica sobre el sepulcro de Jesús en Jerusalén y se celebró también el hallazgo de la verdadera cruz de Cristo. La Cruz de Cristo es el trofeo de su victoria pascual sobre la muerte. El Hijo del hombre levantado en alto es exaltado. El crucificado por su obediencia hasta la muerte es glorificado. Así, Él, desde la Cruz gloriosa es el Árbol de la Vida que otorga los frutos del Espíritu.

En la conversación con Nicodemo, Jesús realiza la primera proclamación de sí mismo, pues queda ratificada en la convicción de la comunidad: “el Hijo enviado por Dios para que todos tengan vida”. No obstante, su presencia implica el escándalo de la cruz. Es decir, requiere tomar una posición: estar a favor de la vida o vivir en las tinieblas de acuerdo con los criterios de este mundo y no con los de Dios.

A muchos cristianos, nos llama la atención la celebración de esta fiesta, puesto que estamos en Tiempo de Pascua y el pilar de nuestra fe es Cristo Resucitado. Pero podemos decir que la Resurrección no se entiende sin la cruz. En un escenario donde se rehuye el dolor, el sufrimiento, la enfermedad, donde se potencia la vivencia del confort y la diversión al máximo, cabe preguntarse ¿qué significa esta fiesta de alabar la cruz?

Hablando sobre la Cruz, San Pablo decía: “El lenguaje de la cruz es necedad para los que se pierden, pero para nosotros los redimidos es poder de Dios”.

Esto que decía San Pablo parecería que lo está diciendo precisamente para la gente de nuestra generación, pues la verdad es que hay muy poco amor a la cruz aun entre los mismos cristianos. Nos gusta el Cristo resucitado y eso hace que con frecuencia nos olvidemos del Cristo sufriente. Hoy, son pocas las personas que se sienten orgullosas de llevar una cruz al pecho, no como un adorno sino como el signo que nos identifica con nuestro Maestro.

Es por ello que hay pocos que se sienten honrados por una enfermedad, o por un momento de humillación, ya que muchos no saben reconocer en sus padecimientos una muestra del amor y del poder de Dios manifestado en sus vidas, juzgándolo como algo despreciable y cuyo origen no puede ser Dios.

Hoy la Iglesia, al poner en el centro de nuestra contemplación la Cruz de Cristo, nos hace dirigir nuestra mirada  al inimaginable amor de Jesús por cada uno de nosotros. Por eso es realmente necesario dar gracias a Dios por la cruz.

Sobre la madera de la Cruz fue derrotado para siempre el amor por uno mismo y triunfó definitivamente el amor por los demás. La cruz es como la síntesis, o aún más, la culminación del amor de Jesús por nosotros.

La fiesta de hoy nos recuerda que, para nosotros los cristianos, la cruz nos identifica con el Mesías, y portarla en nuestro pecho nos recuerda el camino que tendremos que seguir para estar con Él en el cielo.

¿Qué significa la cruz en nuestra vida? ¿A qué nos invita y en qué nos compromete? ¿Qué aprendemos de la cruz de Cristo?

Señor Jesús, tu presencia nos llena de seguridad porque no nos sentimos solos, gracias por tu incomparable amor, gracias por tu sacrificio en la cruz, permítenos consagrarnos y permanecer en ti. Amén.

Bendiciones.

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